Fiesta de despedida

El martes, 16 de Mayo, celebramos en mi piso la fiesta de despedida del piso, ya que aunque 3 todavía estamos hasta final de mes, dos se marcharon ya el Viernes, y para que engañarnos, con el ritmo de marchas que llevamos, si esperamos al finde que viene ya no queda nadie.

Una fiesta muy interesante. Al contrario que las otras que hemos tenido, en está me lo pasé especialmente bien. El problema con las anteriores es que, a pesar de llervarme bien con mis compañeras, no tenemos mucho en común, con lo que yo no me llevo con sus amigos ni ellas con los míos. Y el problema es que los míos siempre llegan muy tarde (casi todos trabajan). Pero aún así, está vez casi todos pudieron venir y disfrutamos mucho de la fiesta.

La fiesta era importante por varios motivos: la última con mi compañeras de piso, la última del erasmus, la última en la que veré a todos los amigos hechos aquí, y lo más importante: la última en un apartamento MÍO, ya que a mi vuelta, y tras un año de libertad, vuelvo a casa de mis padres, como mínimo, un año más.

Dado que era la última fiesta, queríamos celebrarlo a lo grande, con lo que decidimos pasarlo lo mejor posible, ¡y vaya si lo conseguimos! Acabamos las cinco dueñas del apartamento (menos Mariliis, que está vez no era por llevar la contraria, sino porque trabajaba al día siguiente) pasando a mejor vida en nuestros cuartos, hasta tal punto que los últimos de la fiesta se largaron por propia voluntad al no quedar ninguna de nosotras en pie. Entre Caipiriñas, Tequila, Vodka y cerveza, cada una con lo suyo, acabamos una gran fiesta.

Momento impagables, que me perdí: Cuando Raquel abrió la puerta para encontrarse con uno de mis amigos que lleva una cresta punk teñída de roja, y a la vez, la cara de Stefan al ver a Raquel con mini-shorts vaqueros, medias y zapatos dorados de tacón.