El apocalipsis (por lo menos)

Dada mi suerte, ahora que por fin he acabado las clases y tengo tiempo de sobra que perder surfeando por la red, el ordenador se me ha estropeado. Bueno, lo que es peor. El ordenador funciona perfectamente, lo que se me ha estropeado es la clavija que va entre el ordenador y el cable del transformador. Tiene dos patillas, pues una se ha roto, pero lo peor de todo, porque eso aún tenía solución haciendo un poco de presión, es que con los primeros rayos de sol (mortales) quye empiezan a caer en Helsinki, -toda la semana pasada a más de 23C por las mananas- va y me queman la goma que recubre la clavija, deformandola, y ya no hay Cristo que la ponga en su sitio.

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Un desastre, eso es lo que es. Y claro, en helsinki me han dicho que eso sólo venden en la asistencia al consumidor de Hewlett Packard, que casualmente, en un país tan avanzado como este, no tiene una tienda física, sino un teléfono, y se supone que tengo que llamar y hacerme entender lo que quiero en inglés. Vamos, imposible.

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De lo único de lo que me alegro es de que al menos ha decidido cascar ahora y no a mitad de curso, porque entonces me habría suicidado sin remedio.

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El problema: me aburro en casa. No tengo nada que hacer, y no, no me apetece salir todos los días a "conocer Helsinki" porque ya llevo 10 meses aquí y conozco lointeresante, y dado que sí que salgo por las noches ahora que todo el mundo ha acabado, lo que menos apetece es madrugar.

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Lo cual supone, que sin nada para leer excepto mis apuntes de derecho penal II (que va a ser que no) y el diccionario de finés, y sólo 3 cds de música (L.A. Guns - Coacked and Loaded; AC/DC - Back in Black; y Kylähullut - Tyrpä täynnä), ya me los sé ya de memoria.

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En fin, manana, Fiesta de despedida en mi piso. Mucha gente ha prometido venir, veremos que tal sale.