martes, abril 25, 2006

Turno de mi hermana y mi mejor amiga

Nuevas visitas, muy esperadas. La semana pasada han estado aquí mi mejor amiga y mi hermana. ¡¡Que ganas tenía de volverlas a ver!! Lo malo era que volvía a tocar hacer la ruta turística obligatoria: catedrales, museos, playa, cementerio, centro... en fin, lo de siempre, que es más aburrido que otra cosa. Lo bueno, que por fin podía enseñarles lo bueno de la ciudad, tiendas de discos, de posters, bares de rock, salas de conciertos, rubios con pelo largo, góticos...

Una semana muy entretenida y que hemos disfrutado mucho. Visitas por la mañana y recorrido de bares por la noche. Y nos ha cundido bastante bien el tiempo. Recorrido de tiendas de discos, ropa de segunda mano, catedrales, museo de Seurasaari, el cementerio, el mar congelado, la playa, el centro de Helsinki, el Loose bar, el Corner bar, DOS veces al hevikaraoke -del que mi hermana ya se ha hecho fan-, concierto en Semifinal -y pedazo concierto-...

Lo mejor de la semana fue el concierto. Tocaron dos bandas, los teloneros The Mind of Doll, a los que yo ya había visto hace dos semanas, pero que me encantaron, otra vez, y Maryslim, banda sueca de la que mis amigas nos sabían nada y yo solía una canción (que encima no tocaron). Aún así, nos hicimos fans a lo largo del concierto. Estuvo muy, muy bien; con el esfuerzo por parte del batería que tenía escayolada una mano y sólo podía tocar con la derecha. Además, para mejorar todavía más la cuestión, detrás de mi hermana estuvo todo el concierto el cantante de los 69 Eyes, banda de la que somos fans, y el batería y guitarrista también estuvieron por allí. Y todo por 10€ en el Semifinal.

Una pena que todo llegue a su fin, y tras una intensa semana tuvieran que marcharse. Pero, no hay bien que por mal no venga, y pude aprovechar para que me llevaran la mitad de mis trastos de vuelta; y ¡quién lo iba decir! no sólo metí cosas en sus maletas, sino también en una tercera, y al final se pasaron unos 12 kilos. Menos mal que la simpática mujer que estaba en el check-in les dejo pasar, aunque sí, haciendonos sudar un par de minutos pensando en como demonios habíamos metido tanto en tan poco espacio.

En fin, una visita muy, muy agradable. Y que llevaba mucho tiempo esperando, ya que sabía que mi hermana se iba a enamorar de la ciudad :-), bueno, y también de los "pulla" (unos pasteles de canela típicos de Finlandia).