miércoles, febrero 15, 2006

Viajando en tren

Uso el tren todos los días para ir de Pasila al centro de Helsinki y vuelta; y todavía no había comentado una situación de lo más curiosa. Bien es verdad que en todos los sitios, pudiendo ir sentado sólo, nadie se va a sentar al lado de un desconocido, pero lo de los fineses llega a cotas muy altas.

Hay asientos a los dos lados del tren. A un lado grupos de cuatro asientos (dos enfrentados a otros dos) y en el otro lado grupos de seis asientos enfrentados (tres y tres). Bien, pues según van entrando al tren es muy gracioso ver como se sientan TODOS de la misma forma, como siguiendo una pauta establecida.

1. Si está todo libre se sentarán, por orden, en el asiento de la ventana de los asientos de dos mirando en la dirección que lleve el tren.
2. Si no, en el mismo pero en el lado de los de tres.
3. Si esos asientos ya están ocupados, los siguientes a ocupar son los que quedan en el pasillo de los asientos del tren en dirección del tren. Es decir, dejando uno vacío entre el de la ventana y el propio.
4. El siguiente es el del pasillo de los de dos en contra dirección.
5. Yel último, el asiento del medio de los de tres en contra dirección.

Puede parecer un jaleo (y a lo mejor mi explicación no es la mejor), pero SIEMPRE, absolutamente siempre se sentarán así, y si se te ocurre sentarte en alguno otro diferente, de modo que no dejes sitio a tu alrededor donde se pueda sentar un finés (sin sentarse al lado de alguien) te mirarán mal.

De este modo, si os habeis hecho una idea, siempre van vacíos tres asientos (en el lado del grupo de seis) y dos (en el lado de los grupos de cuatro). Nunca un finés se sentará ahí si puede evitarlo, lo cual les lleva a recorrerse los vagones del tren UNA y OTRA vez hasta encontrar un sitio que les guste; y sino, a lo mejor dan su brazo a torcer y se sientan, pero yo los he visto de quedarse de pie yendo medio vagón vacío.

Esto por una parte; por otra, cuando todavía quedan más de cinco minutos para la parada, todos los que van a bajar se levantan y se dirigen a las puertas en plan avalancha. Juro que a veces es aterrador, con caras de ser capaces de tirarte al suelo y pisarte si no te apartas de su destino. Una situación extraña, pero que se convierte en totalmente ridícula cuando el tren llega a Helsinki, última parada de la línea. En cuanto ven asomarse la estación a lo lejos TODOS se levantan hacia las puertas, y es idiota: todavía queda cruzar un puente y el lago y llegar hasta la estación, pero claro, siempre les debe quedar la duda ¿y si no me da tiempo a bajar y se marcha el tren conmigo dentro? Es en ese momento, cuando me empiezan a agobiar alrededor (ya que como subo en la parada anterior yo me suelo quedar en la puerta) cuando me entran unas ganas de gritarle ¡SEÑORA, QUE ES LA ÚLTIMA PARADA!¡QUE NO SE VA A MARCHAR CON USTED DENTRO!

A veces agredezco no poder decirlo en finés, porque no podría contnerme.

1 Comments:

At 6:31:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

joe rut me parto de risa con lo del tren..es verdad q siempre siempre dejan un sitio en medio, y si tesientas a su lado se asustan y se ponen mas incomodos q un pinguino en un ascensor, pobresitos estos fineses, aunque lo malo es q ahora yo me he acostumbrado y tb lo paso mal!
viva el choque cultural
ines

 

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