Concierto: The Hellacopters

Tras un montón de mensajes entre Inés, Doreen y yo, para ver si había alguna posibilidad de ver a Doreen, que estaba de paso para Rusia antes del concierto, cosa que al final no pudo ser, Inés y yo nos plantamos en el Tavastia a eso de las 10 y media. Antes, habíamos estado cenando en un kebab con Ville, su novio.
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Nada más entrar, encuentro el puesto de camisetas, y sin pensarmelo dos veces y con ayuda de Inés, me compré una camisete de los Hellacopters. Es negra, por supuesto, con un dibujo de un águila sujetando una guitarra y el logo de la banda, y tiene escrito: "Rock N'Roll is dead / Hil, hail rock n'roll" (siendo rock n' roll is dead el título de su último disco). Además me costó solo 17 euros. cabe destacar que había cerca mío un tipo que me sonaba muchísimo hablando con el del puesto de camisetas, pero supuse que sería un habitual del Corner; así que compré la camiseta y fuimos para el concierto.
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Los teloneros, y que nadie me pregunte el nombre, que no me acuerdo (empezaba con B, creo que eran Black algo) estuvieron muy bien; eran tres chavales: dos guitarras y cantantes y el batería, que machacaba su instrumento con todas sus ganas. No pudimos ver la actuación entera, ya que llegamos un poco tarde, pero aún así me gustaron bastante.
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Una vez acabaron, nos situamos en 2ª fila en el centro, o al menos, es allí donde empezamos. Se apagaron las luces y salieron a escena, y sin mediar palabra se pusieron a tocar con un juego de luces alucinante. El concierto estuvo muy bien, aunque se centraron mucho en su último disco, que al fin y al cabo era lo que venían a presentar, tocandolo casi entero. Y la gente reaccionó muy bien; tanto que se formó un grupo de peña casacandosé justo alrededor nuestro, con lo cual terminamos por irnos un poco más atrás y estar un poco más tranquilas.
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Entre las canciones que sonaron: Bring It On Home, Before the fall, Everything's on TV, Nothing terible new, I'm in the band (canción que me encanta), Monkeyboy, Murder is on my mind... y de otros discos, destacar la de Carry me home y By the grace of God. Tocaron también dos versiones, una que no conocía, y la de Rock n' roll is dead de The Rubinoos.
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El show me encantó, las luces, la actitud y todas las posturas típicas de la banda. Pude ver a todos de cerca cuando empezó el concierto, ya que estaba casi a los pies de Royale (el cantante) y hay algunas fotos, a pesar de que no se ven muy allá, ya que no se podía usar flash, y con las luces que llevaban (rojas y azules) no se pueden hacer milagros, bueno eso, y el intentar que en un empujón no se fuera a tomar vientos la cámara.
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Cosas a destacar:
- Fue encender las luces al empezar el concierto, y en ese mismo segundo me doy cuenta, tarde, de que el tipo que me sonaba donde las camisetas es el batería de los Hellacopters. En fin... y yo pensando que era del Corner bar...
- El bajista del grupo llevaba una buena encima, aunque no nos quedó muy claro de qué. Yo no logré entenderle nada de lo que dijo (y esta vez era en inglés fijo, que son suecos y no saben finés) y luego me aclaró Inés que no, nadie se había enterado de nada. Y en algún momento se debatió miserablemente entre el micrófono y la pared de su lado del escenario sin encontrar una salida (decir que a pesar de la fama, el escenario del Tavastia es más bien pequeño). aún así, dio muy buen concierto y entretuvo.
- Lo de la gente saltando y cascando a todo el que puede en los conciertos es algo que puede conmigo, no le veo sentido a ir molestando a todo el mundo... pero había en especial una chica que si existe la justicia divina tendría que habersela tragado la tierra en ese mismo momento. Nos habíamos movido ya más atrás para que no nos pegaran y esta tipa, bueno, toda ella, estaba clamando a gritos que la ostiara (con todas las letras). no paraba de empujar, tirarse encima, pegar a la gente, caer sobre mí... y ni siquiera parecía prestar atención a la música. Encima, como conjunción astral o algo así, en el momento de más ira contenida, los Hellacopters se ponen a tocar "Murder is on my mind", ahí, echando más leña al fuego. Menos mal que estaban allí su angel de la guarda y el mío para retenerme, aunque no me arrepiento de codazos, zancadillas y empujones que se llevó bien merecidos.
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En definitiva, un buen concierto.
Próximo destino: Turbonegro, Sala 27, Bilbao. 17 de Diciembre de 2005.
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The Hellacopters