lunes, septiembre 19, 2005

The Return of the Nigthmare

Hemos vuelto a empezar. Después de dos semanas de descanso, hoy me ha tenido que despertar Daza a las 8:15 de la mañana porque habían venido otra vez los de la compañía de mantenimiento a mirar las ventanas y las puertas. Son unos pesados.
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Mira que tiene días la semana y horas, pues no, vienen siempre el lunes y a las 8 como tarde. Y digo yo, después de tenerles DOS SEMANAS enteras viniendo TODOS los días ¿no han acabado de mirar lo que sea que miren?.
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Pensaba que después de aquello, de madrugar todos los días, de saltar por encima de una mesa para llegar al frigorífico, de gente para arriba y para abajo para cambiar el suelo de la sala, arreglar la mesa, limpiar los cristales, instalar cortinas... ya iban a haber acabado; pues no, resulta que no.
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Y encima va el tipo que me lleva jorobando desde mediados de agosto, que ha vuelto hoy, y le dice a Daza, que es la que estaba despierta a esa hora, que tiene el mejor trabajo del mundo, despertar a chicas. ¡La madre que lo trajo! Suerte tiene de que no me ha despertado a mí, o se le iban a quitar las ganas de despertar a nadie en un momento.
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¿Volverán? Estoy segura de ello. ¿Lo harán mañana, el miércoles o el jueves, que tengo clase a las 8 y así no estaré, o esperaran al viernes que es cuando puedo dormir hasta las 9? Creo que la respuesta a esta pregunta es clara.