domingo, agosto 14, 2005

Uniéndonos a los autóctonos

Pues ayer salimos Inés y yo en busca del Corner Bar, bar heavy donde habíamos estado hace dos jueves y que nos gustó, pero que lamentablemente no sabíamos donde estaba; sólo más o menos.
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Nos encaminamos hacia allí y tras perdernos un rato decidimos seguir a 4 góticos-heavys que iban muy decididos en la dirección que creíamos correcta. Al final se pararon al lado de un parque y nos daba un poco palo preguntarles porque iban un poco borrachos, total que preguntamos a otros dos heavys que justo pasaban por nuestro lado. Nos dijeron que iban para allá y que si queríamos ir con ellos, así que con ellos que nos fuimos. Resulta que estaban con el grupo al que habíamos estado siguiendo. Tras unos 10 minutos hablando fuimos para el bar, que resulto que no era el Corner bar sino el Kanssi bar (si no recuerdo mal).
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El bar en sí estaba muy bien, nos quedamos en la parte de arriba hablando con uno de ellos que se llamaba Marcos y que se ofreció para ayudarnos si alguien nos molestaba. Muy simpático y que hablaba muy bien en inglés a pesar de que estaba borracho.
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Luego bajamos al sotáno donde habíamás gente y estaban poniendo música. Una mezcla muy extraña con canciones heavys -oímos una de Saxon- y música pop finlandesa del estilo de la que cantan los borrachos, cantada por supuesto a grito pelao por todo el mundo. Al final, como tampoco nos hacían caso, decidimos marcharnos a ver si encontrabamos el bar. Y eso que en este había palomitas y cacahuetes gratis, jejeje.
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Como tampoco sabíamos muy bien donde estaba decidimos ir al Loose bar, que ese sí sabíamos donde estaba, pero estaba hasta arriba de gente. Al final, preguntando logramos encontrar el Corner bar.
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Habíamos estado allí hacía dos jueves y entonces estaba casi vacío, pero ayer estaba lleno, aunque pudimos encontrar sitio donde sentarnos. Nos cobraron 3 euros a cada una por dejar las chaquetas, porque aquí hay que dejar el abrigo en todos los bares, y aunque el jueves nos costó 1,70 €, por ser fin de semana nos salió más caro. En fin, allí estuvimos la mar de a gusto porque la música era muy buena: motörhead, him, skid row... y la gente por fin era de nuestro estilo. El bar estaba lleno de heavys, todos con el pelo largo, una maravilla vamos.
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Una cosa un poco rara es que aquí están acostumbrados a compartir las mesas en los bares y las cafeterías, así que en nuestra mesa se sentaron dos chicas y un chico. El chico era bastante guapo y parecía que se lo intentaban rifar entre las dos chicas. Al final una se fue y la otra se puso a discutir con él y acabó llorando, y se fueron. Fue un poco violento, pero como al fin y al cabo no entendíamos ni papa y estabamos allí antes, pues tampoco fue mayor problema (para el que le interese, cuando nos fuimos estaban hablando tranquilamente fuera, así que parece que todo acabó bien). Como desventaja, faltaba uno de los asientos y en su lugar estaba el hierro para sujetarlo donde con mala suerte me enganché con el pantalón cuando iba al baño y se me rompió un trozo, a ver si me acuerdo de coserlo.
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Nos marchamos y al final pudimos coger un tren nocturno que, por cierto, nos salió 3 € a cada una. La tarifa normal nocturna, aunque me alegro de no tener que coger el autobús porque no me gusta un pelo.
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En fin, al final llegamos a casa y a dormir. El próximo fin de semana, más chicos con pelo largo. Creo que no me voy a cansar nunca de verlos :-)