Cena de despedida

Este viernes fuí a cenar con mis amigas, para celebrar una cena de despedida. Fue una sorpresa, porque con mi tranquilidad habitual yo habría esperado hasta el último fin de semana. Lo pasamos muy bien, fuimos a cenar a la cervecera Las Palmeras. Se estaba muy bien y la comida estaba muy buena, además nos salió bastante barato.
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Buenas amigas ellas, me hicieron varios regalos para que me los llevara y así me acordara de ellas. Me regalaron un llavero de metal en forma de serpiente, muy guapo, y además plano, como me gustan, para poder meterlo en los vaqueros. También me regalaron un cepillo de dientes con las figuras de piolín y el gato silvestre en el mango, muy hortera -pero como mola-, debido a que SIEMPRE olvido el cepillo de dientes cuando me voy de viaje (estoy pensando en hacer el recuento de cuantos use durante este año).
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Como regalo también práctico y que me va a hacer recordarlas todos los días -a ellas y a sus madres, jeje- es un reloj despertador como el de la foto, pero con el fondo blanco.

Está claro que cuando despierte a medio vecindario todos los días me acordaré de vosotras. ¡¡Pero que buenas amigas tengo!!¡¡Y como me quieren!! Por lo menos conseguiré llegar pronto -eso espero- a la universidad algún día.
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Y como último regalo, pero el que más ilusión me ha hecho, me regalaron un cuaderno en blanco donde pueda hacer un diario para guardarlo; en el que han escrito un montón de cosas agradables para que las lea cuando las eche de menos y un montón de fotos. No sólo nuestras, también con mi familia o con otras amigas. La verdad niñas es que me ha hecho mucha ilusión. Muchas gracias por todo.

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Una pena no haber sacado ninguna foto, pero aún así lo recordaré.